Confianza, confianza, confianza.....
Mira esta palabra. No tiene nada raro ni especial. Su forma te puede resultar indiferente, bonita......pero y su significado??? Aquí tenemos la gran conquista del ser humano. Aún cuando eres consciente de su valor, la vida fluye y tu te encuentras de nuevo en la desesperación. Y de eso voy a hablaros hoy, de la confianza en la vida, en la seguridad de que todo pasa por algo y, siempre, para nuestro bien más elevado, aunque todo nuestro ser se resista y sufra.
Es fácil sentirnos confiados cuando todo va bien para nuestra mente, incluso en medio de una enfermedad o proceso, como prefiero llamarlo, por muy terrible que sea, experimentamos pequeños momentos de confianza. Momentos de paz y descanso que nos dan fuerza para continuar. Y es que eso es la confianza, paz y fuerza. Tranquilidad ante cualquier situación y coraje para pasar por ella. Y a este maravilloso cóctel le sumas la certeza de que todo está bien como está.
Se que es así, mi corazón lo sabe, todo mi ser lo sabe, lo he experimentado y algo se "tuerce" y vuelta al principio.
Os lo cuento porque soy aventurera y no todas las aventuras son divertidas, aunque todas traigan un regalo. También para que se sepa que, por mucho que avances en tu camino espiritual, recaes una y otra vez, tropiezas, caes y transformas el dolor en sufrimiento. Y la coherencia es vital. Si os comparto momentos felices, inspiradores, también os comparto aquellos en los que he vuelto a perderme.
Llevo unos días de esos que preferiría borrar si me cierro a la vida. Angustia y dolor han sido mis compañeros de juego. Y los pensamientos a mil, nuestra canción.
El motivo??? ni lo sé ni lo voy a descubrir, al menos de momento. Y mira que lo he intentado. Podría haber iluminado el planeta si me lo enchufaran a la cabeza.
Y es que en vez de aceptar una situación, como aceptamos un momento agradable, que nos resulte insufrible, empezamos con el bombardeo de los por qués.......por qué pasa esto, por qué a mi, qué hice mal, todo se estaba solucionando......
Y verdad que semejante tortura no la vives tras una buena semana? puede sorprenderte, caray que buena semana he tenido, que raro, pero hasta aquí. Y seguimos nuestras vidas. Que miedo tenemos a sufrir y que difícil es desprogramarlo. En mi sentir, cuando pasamos un momento malo, revivimos todos los momentos que nos han parecido malos. De ahí su fuerza. Y esto no pasa con la felicidad, así que, sin pretender juzgar, somos unos masoquistas de primera. Porque todo es producto de nuestra mente. Nos aferramos a una situación dolorosa porque nos resistimos a sentir y dejar ir. Automáticamente creamos ese bucle de incapacidad.
La vida es un juego y muchas veces tenemos que experimentar esos momentos oscuros para aprender que esconden y así sanarlo.
Os pongo un ejemplo. Mi semanita de gloria. Todo iba bien, yo diría que más que bien. Cuando esto sucede, me emociono y pretendo solucionar y encontrar todas las respuestas de inmediato. Al ritmo que a mi me parece. Y todo tiene un ritmo natural que no podemos entender con nuestras mentes. La paciencia me cuesta y el camino también. Soy de las de la meta ya!!!!! El disfrutar de cada paso ha sido uno de los grandes regalos que he recibido durante este año de profundo sufrimiento, pero cuando las fuerzas vuelven a mi, se me olvida y pretendo apurar algo natural. Por mucho que te empeñes el invierno no va a llegar dentro de tres días, verdad? pues los procesos de vida son lo mismo. Son ciclos naturales de evolución personal con su principio y su final. Pero no dependen de tu mente, si no de la fuerza que mueve al Universo y a todo lo que contiene. De quien realmente eres.
Además busco esas respuestas fuera de mi, es más cómodo. Que alguien venga y te de el remedio mágico para todos tus males. Lo aplicas y tu vida se transforma en tu paraíso soñado. No, no, no......los grandes logros, las grandes respuestas las encuentras cuando buscas en tu interior. Se te ayuda mucho, se te guía, se te sostiene, pero esas respuestas que realmente cambian tu percepción, son joyas, son un tesoro que encuentras por "casualidad".
Cuando consigues relajar un poco la tensión, la visión se amplía. Es el momento en el que me encuentro y por lo que ya puedo escribir estas palabras. Y cuando la visión se amplía eres consciente, de forma natural, de heridas que sostienen ese sufrimiento.
En mi caso, mañana voy a un taller de Registros Akashicos. No recuerdo desde cuando me apetece hacerlo. Pero que ocurre con esto que, en principio, sería un motivo de alegría. Que trae consigo dos iniciaciones. La última iniciación que tuve fue la primavera pasada, y en verano enferme. En mi subconsciente lo he asociado. Por qué me encuentro mal? Por qué tengo estos dolores y angustias? Porque tengo miedo. Así de simple. Temo que el curso me desequilibre porque todos los talleres energéticos traen consigo una integración. Y me da pánico volver a pasar por lo que pase. Mi mente asoció una iniciacion con un período de enfermedad. Antes de esa debí de hacer unas quince, la verdad no recuerdo, y no pasó nada. Habría enfermado de todas formas. Se que sí. Era parte de mi camino. En este momento de tranquilidad, tengo la certeza de que si, pero el subconsciente va por libre.
Cual es el regalo de esta semanita? pues que aún no he superado miedos que creía que no estaban ahí. Siguen y ahora soy consciente.
Tener la seguridad de que todo sucede por algo, siempre, y la fuerza de vivirlo hasta que podáis tomar un poco de altura y verlo con perspectiva.
Los regalos son maravillosos porque os recuperareis a vosotros mismos. Os recordaréis.
Y yo que pienso hacer? pues ir mañana al taller, a rastras si hace falta, disfrutarlo lo máximo posible y vivir. Confiar en que si voy es porque estoy preparada para ir. La vida me ha llevado a el y por algo será. Si creo una realidad de dolor, vivirla, pero el miedo no volverá a paralizarme. Viviré lo que tenga que vivir, pero experimentando, no escondiéndome.
Confío en la vida......todo ocurre por alguna razón y me abro a ello.
Feliz confianza!!!
