Hoy os voy a contar un fragmento de algo que cuando lo leí me pareció hermoso. Está dentro de la sabiduría nativa, ese gran regalo que la vida me tenía preparado, todo un descubrimiento. Y es que el mundo indígena es una joya, si te molestas en ver más allá, y en escuchar con el corazón.
Sigo desde hace tiempo una página llamada Luz Arco iris. Omdra se prendó de ella. Y os la recomiendo por la mucha y variada información que ofrece. Es un tesoro.
Ahí encontré ese cuento mágico que tan hondo me llegó. Lo firmaba Paola Klug y aprovecho esta ocasión para darle las gracias por su compartir.
Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era trenzarse el cabello; de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo; había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría llover; tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios, pues nos obligaría a decir cosas que no eran ciertas (......) y es que a la tristeza le gusta el sabor amargo.
Cuando sientas tristeza niña, trenzate el cabello, atrapa el dolor en la madeja y dejalo escapar cuando el viento del norte pegue con fuerza. Nuestro cabello es una red capaz de atraparlo todo (.......) No la dejes meterse en ti con el cabello suelto, porque fluirá en cascada por los canales que la luna ha trazado entre tu cuerpo........
La próxima vez lucire una bonita trenza.......y vosotras???
No hay comentarios:
Publicar un comentario