SABIDURIA TOLTECA

Para lograr ser felices con nosotros mismos y con los demás, sin ninguna influencia externa, es imprescindible entender que todo lo necesario está en nuestro interior. El equilibrio interior nos llevará a la felicidad.
Los toltecas fueron la última cultura dominante en mesoamerica antes de la llegada de los aztecas. La mayor parte se conoce porque fue adoptada posteriormente. Habitaron el centro del México precolombino.
El término tolteca viene del náhuatl y significa "maestro constructor". Influenciaron el arte y la arquitectura, y tuvieron un enlace especial con los aztecas, que se consideraban sus descendientes.
Su religión era chamanica. Adoraban las fuerzas de la naturaleza, el cielo, el agua y la tierra. Su conocimiento esotérico fue transmitido de generación en generación.
El Dr. Miguel Ruiz, maestro tolteca y perteneciente al linaje de los "guerreros del águila", en su libro Los 4 acuerdos, recopila su sabiduría con cuatro verdades tan simples, que podrían aplicarse a todos los seres humanos sin distinción,  indígenas o no indígenas.
Estos cuatro pilares de sabiduría son:

1. Se impecable con tus palabras.
2. No te tomes nada personalmente.
3. No hagas suposiciones.
4. Haz siempre lo máximo posible.

La primera vez que leí sobre los toltecas, además de apasionarme el mundo indígena, me quedé tan de piedra como ellos, o ellas, pues la simplicidad de su sabiduría la hacía casi imposible. No soy maestra de nada ni estudiosa de ninguna civilización, pero he leído mucho y sólo pretendo contar mis experiencias.
A estas verdades les podríamos dar múltiples orígenes. Podrían pertenecer a cualquier otra  cultura chamanica, a los aborígenes australianos, al budismo, a cualquier religión e incluso a la psicología más actual.
En todos los estudios sobre el famoso pensamiento positivo y su relación con nuestra salud, es básica la importancia de lo que decimos, tanto a los demás, como a nosotros mismos. Incluso en la llamada Nueva Era, la importancia de la palabra es fundamental, pues crea nuestra realidad. Su poder es creador.
En cuánto a la suposición,  no siento que tengamos que haber pasado por una "enfermedad mental" para saber, por propia experiencia,  cuánto daño puede hacernos.
Todos y todas nos hemos torturado con películas mentales sobre algo, suponiendo lo que ha pasado, suponiendo lo que alguien ha pensado, o ha dicho; suponiendo que no podemos hacerlo, suponiendo que no somos capaces, suponiendo que nos van a decir que no.........y así sin fin.
Que pérdida de energía y de salud!!!!!! Cuántas veces has supuesto, en un momento de nervios, que todo iba a salir más que bien? Normalmente suponemos en negativo y esto va muy unido a tomarnos a mal actitudes o palabras de los demás. Claro que si te insultan a la cara, te están faltando al respeto. La diferencia radica en tu actitud. Una cosa es expresar tus sentimientos de una manera neutra y tranquila, y otra es que con un episodio como ese, el pasado vuelva de golpe y tu mente recuerde todas las veces que te han insultado, esa persona u otras, que nadie te valora, que es injusto,  que por qué tienes que soportarlo.......y otro sin fin.
En ti está el poder de aceptarte y Ser a cada momento. Siendo fiel a aquello en lo que sientes, no vas a sentirte ofendido. Simplemente expondrás tu manera de sentir y respetarás el momento vital del otro, por "muy mal" que se porte contigo. Vive para ti, no hacia los demás. Vive como sientas la vida, no para agradar a los demás. Ahí está el secreto de la felicidad. Claro que existen las dificultades y el dolor, pero el sufrimiento, el atarse a ese dolor,  es voluntario. Si consiguiéramos vivir desde el corazón, dariamos lo mejor de cada uno, de cada una, pues en el corazón sólo habita belleza.
Yo intento, cada día, que mi corazón y estas cuatro verdades, me guien, y cuesta. Cuesta porque hemos acostumbrado a nuestra mente a tomar el control. No es ni bueno ni malo. Simplemente es. Pero la mente se puede educar, pues está para ayudarnos. Observate y reconoce cuando reacccionas y busca en ti la razón, no en los demás. Permitamonos actuar, no reaccionar; vivir desde el corazón,  desde lo que sentimos. Pues ya os dije una vez, que la mente no crea. La mente proyecta un futuro con datos de un pasado. Así funciona. La creación está en el sentimiento. Dejemos el pasado donde vive y disfrutemos del presente para crear futuros maravillosos.