jueves, 26 de marzo de 2015

YA ESTAS AQUI





Llegaba la noche y no aparecía. Dónde estaba? Por qué no venía? Me encontraba inquieta. Sabía que no podía perderse, la conocía demasiado bien. Eran muchos años juntas. Sabía como era y todo lo que ella conocía. Había experimentado su sabiduría.
Pero no llegaba. Pasaba el tiempo y no llegaba.
Sentí que no iba a volver y algo se rasgó en mi. Una parte se hacía añicos; añicos aquí y se integraba a otro nivel. No podía explicarlo. Las palabras eran mudas. No podía más que abandonarme al hecho de que se había ido para siempre.
Jamás volvería,  y al mismo tiempo, jamás volvería a esperarla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario