lunes, 5 de enero de 2015

CHAKRAS FRECUENCIA CRISTICA




Llevo casi cuatro días dormitando con un gripazo de esos que te vienen de improviso. Además, justo cuando menos te apetece, o peor te sienta el tener que parar. Pero todo es en función de la altura que le demos. Me ha "fastidiado", pero me ha ayudado a estar en silencio conmigo misma, pues también quedé sin voz. Que descanso no tener que hablar!!! fue un profundo gozo. Yo a mi bola!
Cuando conseguí separarme de los digamos síntomas, me di cuenta de que estoy en la recta final de un gran proceso. Ya lo sabía con la mente. Pero gracias a esos momentos de profundo silencio, lo vivencié como si ya hubiera pasado.
Mi vida se vuelve a poner patas arriba. Nunca se me volverá a paralizar, pues ya no es necesario, pero dará otra vuelta de tuerca, para digamos mi evolución consciencial. Y esta vez, gracias!!! no me cogerá de sopetón, aunque sorprenda como siempre.

Esta será otra historia para contar en otro momento.  Ahora voy a compartiros algo que recordé y me resonó fuertemente.

Como sabéis estamos en un proceso evolutivo de la humanidad. La Energía Crística ya nos acompaña y cada vez elevamos más nuestro nivel de consciencia. También sabéis que todos poseemos un cuerpo energético, cuyos centros se encuentran a lo largo de la columna vertebral.

Estos chakras, de forma muy resumida, son:

1-color rojo/ representa la supervivencia, lo más básico.
2-color naranja/ la sexualidad y la creatividad.
3-amarillo/intelecto y sentimientos del ego. Yo en el mundo.
4-verde y rosa/amor. Dar y recibir.
5-turquesa/comunicación
6-violeta/conexión con la parte espiritual e intuitiva.
7-blanco/conexión con el Ser Superior.

Si nos conectamos con nuestro ser crístico, evolucionamos,  elevamos nuestra frecuencia y todo cambia. Somos Amor. Esa es nuestra esencia y el principio de todo. El camino iniciático es plasmarlo en nuestra vida cotidiana. Ese camino te lleva a la maestría,  pero a la maestría de uno mismo. Pues ésto es lo que significa la segunda venida del Cristo.

Todo procede de la cultura egipcia,  donde el camino iniciático, era un camino de recordar, pues todo está ya en nosotros. Conseguían superarse a sí mismos y por tanto, encontrarse. Paso a paso aprendemos lo que ésto representa. No somos sólo un cuerpo físico/mental/emocional, sino también espiritual.  En cada vida.
Tenemos que conectar con nuestra sombra para poder ascender. Conectar, amar y trascender todos nuestros miedos, preocupaciones, rabias, inseguridades, incapacidades, culpas.... Si te liberas, asciendes de vibración.
La energía va cambiando y conectamos con otro nivel frecuencial que nos hace tener una apertura de consciencia mayor y de contacto con nuestro Ser.
Esta conexión con el ser crístico, con niveles de 5D, modifica la anatomía energética.

Asi, el primer chakra o muladhara, situado en el coxis, vibraría con el tercer rayo de iniciación de creación,  con el color rosa magenta que representa al amor. Es el chakra base y la energía base ahora sería el amor. Es el punto de partida.

El segundo o svadhisthana, situado debajo del ombligo, lo haría con el quinto rayo. Con el verde de la sanación, pues es necesario sanar y crecer día a día, para no perder ese centro de amor. Una profunda sanación de nuestras emociones para que no nos desvíen de nuestro propósito de vida.

El tercero o manipura, situado en el plexo, brillaría con el segundo rayo, con el dorado sabiduría. Conocimiento más experiencia vivenciada desde el amor, desde la base. Si no es así,  uno se deja llevar por el ego mal enfocado y no se puede ser sabio.

El cuarto o anahata, corazón y timo, estará representado por el cuarto rayo de la creación,  por el rayo blanco. Primero amarnos, no desde nuestro propio ego, sino desde el Ser. Siempre es compasión. Amar es aceptar. Aceptarnos y aceptar al otro como es, no como queremos que sea. Mirar a través de él.
La incondicionalidad nos lleva a la generosidad. Somos generosos cuando damos y cuando permitimos que nos den. Y cuando sabemos pedir. Nos cuesta pedir sin ego. Esto es amor sin juicios, sin temores, sin miedos a demostrar como somos y ver al otro como es. Ante todo es respetar.

El quinto chakra, vishudha, localizado en la garganta, está regido por el primer rayo, el azul cobalto. También es creativo y representa la comunicación interior y exterior.  El rayo de la verdad y de la autenticidad. La comunicación es oir y hablar,  o escuchar y comunicar. La comunicación desde el corazón es ser canales abiertos para recibir, sin interpretar, una información. Comunicar y escuchar es ponerse en el lugar del otro,  y después compartir de tu experiencia. Primero escuchémonos a nosotros mismos para resolver nuestro camino y así poder comunicar lo que sentimos en nuestro corazón. La relación con el entorno nos enriquece, nos entendemos mejor y entendemos al otro. A fin de cuentas, la palabra es poder y así nos empoderamos.

El ajna chakra o tercer ojo, equilibra los dos hemisferios del cerebro. El derecho o la parte intuitiva, y el izquierdo racional. Equilibra las energías femeninas y masculinas que todos tenemos, siempre y cuando estemos sintonizados hacia abajo.
Si te sales de tu realidad, de nuestras vidas, estarás más conectado con tu parte de luz y te perderás. El rayo que lo rige es el anaranjado u oro-rubí. Es el rayo de la prosperidad y de la espiritualidad. Es que mi vida sea rica en todos los sentidos, desde lo más material a la conexión con  mi luz. Necesitamos la parte material viviéndola de forma armónica y feliz. Se necesita vivir en este plano. Si no equilibramos nuestro cielo y tierra, no estaremos enraizados y nos perderemos.

Por último,  el séptimo o sahasrara, situado en la coronilla, brilla con el séptimo rayo, el violeta de la transmutación. Nos capacita para aceptar que estamos permanentemente cambiando. Que nuestra vida es cambiar y adaptarnos. Que no nos podemos quedar anclados, ni a sujetos ni a circunstancias, porque entonces no estaríamos creciendo y ese es el propósito de nuestra vida, evolucionar.

Es la alquimia del ser crístico. Nuestra anatomía energética, incluye a estas siete llamas, a estos siete rayos sagrados de la divinidad. Despertamos el recuerdo de lo que traemos de origen. Y así, al subir de frecuencia, los colores cambian.
Dos arco iris de color...

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