Siguiendo un poco con lo que os contaba ayer, voy a hablaros del valor que tuvo para mi el discernimiento. Es la llave para recuperar nuestro poder personal. Y no creéis que a estas alturas de la película, a este nivel de la evolución humana, no va siendo hora de decidir la vida que queremos llevar. La época de los gurus, del maestro y el discípulo, para mi ya está caduca. Cada uno de nosotros tiene que coger las riendas de su existencia y convertirse en maestro de su propia vida. Si cada uno nos responsabilizaramos de cada acto, en vez de prestar tanta atención a lo que hace o deja de hacer, a lo que dice o deja de decir o a lo que tiene o deja de tener el de al lado, y sólo nos preocuparamos de ser coherentes en pensamiento, sentimiento, palabra y acto, la tierra sería un paraíso.
Pero claro, esta es la teoría y del dicho al hecho.......es cuando surgen los obstáculos.
La experiencia sigue siendo la clave, por eso me hice aventurera.
La diferencia entre conocimiento y sabiduría es que el sabio aplica lo que ha aprendido. Si no todo queda en un plano mental intelectual. Yo tuve que vencer este obstáculo y aún me cuesta. Es una de las razones por las que me decidí a contaros mi historia y a seguir dando Reiki, aunque por ahora sólo sea a amigos y conocidos.
Por muchos cursos y talleres que tenga, por muchos libros y libros que haya leído, sólo la experiencia de pasar por el dolor, la enfermedad, la angustia, la desesperación y cualquier otro obstáculo, me ha dado la empatia suficiente para poder ponerme en el lugar del otro. Por mucho que te cuenten sobre cualquier cosa, hasta que la vives, hasta que la sientes en todo tu ser, hasta que te conviertes en su compañía y la trasciendes, no puedes llegar a ese nivel de identificación. Y cuando enfrente tienes a alguien que sufre, esa experiencia te da la fuerza para acompañarle en su camino.
Y fijaos bien, siempre les llamo obstáculos porque para mi todo, absolutamente todo, se puede superar. Con paciencia, amor a uno mismo y a esa situación que se está atravesando..... fuera luchas!!!..... los milagros dejan de ser milagros. Simplemente son etapas que te hacen renacer y renacer cada vez más sabio.
De todas formas cada uno tiene su proceso y por eso hay que discernir lo que resuena más con nosotros. Sea lo que sea, sin juicios y sobre todo sin miedo. El miedo es la gran frontera y de él os hablaré mucho porque ha sido mi gran maestro. Forma parte de mi, pero ahora, en vez de dominarme, caminamos juntos aceptando nuestra mutua existencia.
Y aunque suene reiterativo, sólo sabrás lo que para ti es valido, probando, conociendo y seleccionando.
Cuando me presente os dije que era amante del arco iris. Nunca me he afiliado con nada porque soy de todo. Soy de todo y no soy de nada. Todo me interesa y nada me llega. Soy como todos los colores juntos. Ves la luz y ves algo unificado, pero si profundizas está compuesta por diferentes rayos de color. Mi nueva vida, tanto mi día a día, como mi manera de dar Reiki, como mi manera de canalizar o de entender y vivir la espiritualidad, la he creado con todo lo que ha resonado en mi corazón. Un poquito de esto, una pizca de eso otro y así cree mi manera, que no tiene por qué ser la tuya ni la de nadie. Soy ortodoxa??? Noooooo..... ya bastantes límites nos pone la sociedad y este caos mundial, como para no poder liberarte un poco jugando y creando lo perfecto para ti. Eres un ser único. Lo olvidamos con tanta facilidad!!! Y como único y extraordinario, no a todos nos vale lo mismo.
Cuando te atreves a discernir y conectas con lo mejor que la vida tiene para ti, te empoderas. Recuperas tu poder. Vives centrado. Esto no significa una vida idílica, pero pase lo que pase, podrás verlo con la altura suficiente como para que no te arrastre. Estarás perfectamente enraizado y serás ese puente entre el cielo y la tierra, el Arbol de la Vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario