domingo, 28 de diciembre de 2014

PAZ




Qué es la Paz verdadera? Ustedes se lo preguntan y nadie les ofrece una genuína respuesta, porque todos creen que la Paz llega cuando tus objetivos se han cumplido,  cuando ya no tienes anhelos ni deseos. Sin embargo,  la Paz verdadera no surge a consecuencia de algo específico. Es un impulso natural y genuíno que proviene del corazón cuando éste se conecta con el alma. Cuando ocurre una verdadera conexión,  puedes mantener la Paz, aún en medio del más grande caos, y quizás ese sea el más grande desafío que tienen en este momento,  puesto que aparentemente, todo a su alrededor se encuentra expresando un gran caos que precede a un gran cambio. Entonces, la verdadera Paz, y el silencio que surge de esa Paz, podría resultarles muy complicado,  de manera que es, en esa lucha continua, donde se encuentran. Esperan que las cosas cambien desde afuera para finalmente encontrar la Paz. Sin embargo, ese no es el camino. El camino de la Paz es convertirse en ella, reconocer su luz azul habitando dentro del corazón. Exhala esa luz hasta envolver al cuerpo y la conciencia,  y entonces, llegar a comprender que cada paso y cada instante de tu vida, es un hermoso aprendizaje construído por Ti, desde la consciencia y desde tu alma. Los aparentes desafíos están ahí para empujarte a ese nuevo despertar y evolución. Son el combustible mismo del cambio. Hacia donde crees dirigirte, si no es al encuentro de tu propia alma? Ese es el anhelo profundo que busca la Paz. Sin embargo,  al reconocer que todo lo que tú ya eres y todo lo que anhelas y todo lo que necesitas, habita dentro de ti, poco a poco tu consciencia se irá despegando de los anhelos que son impulsados por el ego. Adquirirás una mayor claridad para llegar a comprender que estás aquí con un propósito,  y que cada paso de tu existencia,  incluso aquellos que tú has considerado errores,  forman parte de ese aprendizaje, de las elecciones que tú tomaste, para llegar a evolucionar. En su momento,  los errores  dentro de tu mente eran aciertos. Nadie se equivoca pensando, intencionalmente, en hacerlo. Los fallos son simples consecuencias, y están ahí para ayudarte a comprender, a evolucionar. Dirigen tu mirada hacia situaciones, o aspectos de ti mismo, que anteriormente no habrías logrado ver o comprender. Entonces, no hay razón para lamentarse por los errores, sino simplemente aceptarlos, y saber ofrecer una disculpa, y saber perdonarse a si mismos. De esa forma la energía se destraba y se libera el infinito potencial que habita detrás de esa experiencia. Mientras te mantengas aferrado al sentimiento de que te equivocaste,  no podrás observar el regalo que la experiencia sostiene para ti, y entonces, no podrás aprenderlo (.......)


Es un fragmento de un mágico regalo que se me ha dado. Gracias maestro!!! Gracias Kay!!!
Con profundo Amor y Gratitud a Shambhala y a Gaia...



No hay comentarios:

Publicar un comentario