DOLOR

El dolor es humano.
El dolor forma parte de ti.
Es algo que sentimos,
es algo que soltamos.
Pero qué ocurre, si a él nos aferramos?
Perdemos nuestro centro,
y nos invade el sufrimiento.
El no nos pertenece,
no es natural en sí.
Tu elección te lleva a sentirlo.
Tu elección te lleva a ese vacío.
Un vacío oscuro, pegajoso, que asfixia.
Un vacío que no te permite seguir.
Te anclas a un pasado que no existe.
Te anclas a unos recuerdos ya muertos.
Libérate!!! tú si sufres,
Libérate!!! por favor.
Pues cuando ese sufrimiento se evapore,
volverás a ver el sol.
Puede que sientas dolor,
claro que sí, es posible.
Pero si al sufrimiento cierras la puerta,
la agonía ya no vuelve.
Será un eterno fluir,
sin castigos, sin culpas, sin rencores.
Será un eterno fluir,
de vida, de alegría y de amores.
Deja el sufrimiento a un lado,
adios!!! compañero del pasado.
A partir de este instante eterno,
su realidad no es la tuya.
Su realidad se agradece,
y se deja marchar sin ataduras.
Vive libre de su peso,
vive libre de su hiel.
Eres libre de esa asfixia.
Eres libre, ya sin él.