sábado, 6 de diciembre de 2014

LA JAULA




No te enjaules a ti mismo.
No te enjaules a ti misma.
Pues no existen barrotes que te detengan.
Nadie puede forjarlos, nadie puede encadenarte.
No te enjaules, pues eres tú su creadora.
Eres tú su creador.
Las jaulas, candados y cadenas surgen de tu interior,
de tu profundidad herida.
Nadie tiene el poder ni el permiso.
Nadie más que tú se lo puede permitir.
Asi que busca la manera de abrir las ventanas,
respira el aire que se cuela,
y funde con tu amor todo el hierro y acero que te rodee.
Todo aquello que te limita.
Todo aquello que te obliga.
La vida es querer, desear y actuar.
Es coherencia de mente y corazón.
Una sinfonía dirigida por tu alma.
Así que alma querida,
liberate de todo aquello que te oprime.
Liberate y vuela, pues tu naturaleza es volar,
bajo el sol, bajo la luna.
Esa es tu luz, ese tu alimento.
Y una vez libre, no te olvides de este templo
que te aguarda desde siempre.
Habita este cuerpo en su esplendor.
Habitalo y dale la vida,
la acción bajo la brisa que te mueve,
bajo la luz por la cual, ese cuerpo brilla.

2 comentarios:

  1. "No te enjaules a ti mismo/a // bajo la luz por la cual, ese cuerpo brilla".
    A veces la misma luz que nos hace brillar en vida (cuerpo), se convierte en nuestra misma jaula. Es frecuente que ocurra cuando cambiamos de valores de vida: de repente, una luz cegadora nos anula. Es como una borrachera de energía. Pero pasada la resaca, el cuerpo, lamente,el alma..., la vida, salen de la jaula y brillan con su propia luz. Eso si: una luz más enriquecida que antes, capaz de iluminar un escenario más enriquecido que el de antes.

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