Era un puzzle enorme. Llevaba años torturandome, enfrentándose a mi, riéndose de mi.
Aquellas piezas, aquellas malditas piezas, todas iguales a simple vista.
Soy incapaz de diferenciarlas!!!!!
No soy capaz, no sé, no puedo!!!!!!! jamás podré hacerlo. No podré encajarlas y nunca sabré lo que representa el puzzle. Me rindo.
Con esa rendición se abrió una puerta. Pequeña, pequeñísima!!!! pero con el suficiente espacio, como para dejar pasar una luz cuya magia diferenciaba mínimamente aquellas piezas.
Sólo encajaron unas pocas.....ufffffff quedaban tantas!!!!!
Pero cuando aquellas aventureras encajaron, algo se relajó. La tensión desapareció.
Faltaba mucho, si.......pero ya todo era posible.
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