Un día, mientras transitamos
este eterno presente que llamamos vida,
las semillas de nuestros sueños
se transformarán en árboles,
y desplegarán sus ramas
que, como alas gigantescas,
cruzarán el cielo,
uniendo en un solo trazo
nuestro pasado y nuestro futuro.
Nada hay que temer...
Una sabiduría interior las acompaña...
Porque cada semilla sabe
cómo llegar a ser árbol.
Jorge Bucay
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